domingo, 6 de septiembre de 2015

La manzana y el discípulo

La Manzana y el Discípulo




El maestro contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero no todos los oyentes entendían el sentido de la misma. Un día uno de ellos lo encaró y le dijo:

- Tu nos cuentas historias pero no explicas el significado.

El maestro se disculpó por ello y luego continuó diciéndole:

- Permíteme que en señal de reparación te convide con una rica manzana.

- Gracias maestro, respondió halagado el discípulo.

- Quisiera para agasajarte pelarte la manzana yo mismo. ¿Me lo permites?

- Sí, muchas gracias.

- Ya que tengo en la mano el cuchillo, aprovecharé y te la cortaré en trozos, para que te sea más cómodo comerla.

- Me encantaría, pero no quiero abusar de su hospitalidad.

- No es un abuso, si yo te lo ofrezco. Solo quiero complacerte. Y... Permíteme también que te la mastique antes de dártela.

- ¡No maestro!, ¡No me gustaría que hiciera eso!. Se quejó sorprendido el discípulo.

El maestro hizo una pausa y dijo:

- Si yo te explicara el sentido de cada parábola.... sería como darte de comer una fruta masticada. Tu mismo tienes que encontrarle y saborear su exquisito sabor.


Jorge Bucay

No hay comentarios: